Pues que estaríamos todos mucho mejor. No hay quien aguante este calor… Seguro que no pasaría nada.

Pues tienes algo de razón. Durante los primeros 8 minutos, no pasaría nada. Este es el tiempo que tarda en llegar la luz, desde que sale del Sol, hasta que llega a la Tierra. O sea, que el Sol no estaría en el firmamento, pero nosotros lo seguiríamos viendo durante un rato.

Y pasados los 8 minutos, todos a vivir bien, fresquitos para siempre.

¡Y tan fresquitos! Se cree que la temperatura bajaría en poco tiempo. Todo quedaría congelado en pocas semanas. Pero no tendríamos que preocuparnos. ¡Porqué estaríamos todos muertos¡ Sin luz, las plantas no podrían hacer la fotosíntesis. Todas las plantas morirían. Y sin plantas, morirían también los animales. No habría nada para comer. ¡Seria un caos!

Probablemente la Tierra dejaría de orbitar y se desplazaría en línea recta, hacia algún punto desconocido del espacio. Quizás la Tierra terminaría dentro de algún agujero negro o absorbida por una estrella gigante.

Lo que pasa es que no parece que esto tenga que suceder, en los próximos 5.000 millones de años, que es más o menos el tiempo que le queda al Sol para desaparecer. Así que, Watson, vas a pasar calor por un tiempo…

¡Si señor!. A mi también me gustaría saberlo. Cuando los compro en el mercado, están bien. Los pongo en la nevera y al cabo de pocos días, ¡están todos negros!. ¿Me estará timando el frutero?

La respuesta también tiene que ver con el Sol. Los plátanos son frutas tropicales, que están acostumbradas al Sol y a las altas temperaturas. En cambio, la nevera es un sitio oscuro y frío.

Con el frío, las membranas de las células de la piel del plátano, se rompen. Al romperse las células, sale una enzima llamada polifenoloxidasa, que reacciona formando unas sustancias de color marrón, casi negro.

Para que esto no suceda, lo que hay que hacer es no guardar los plátanos por debajo de 10 grados. El problema es, que la nevera esta a 4 grados.

Aunque parezca increíble, hay una respuesta científica para ello. Cuando cantamos, emitimos sonidos de frecuencias altas.(hace unos gorgoritos)En cualquier habitación de una casa, suele haber muebles, cuadros, moquetas... En los dormitorios, hay sábanas y mantas en las camas…

Todas estas cosas absorben las frecuencias altas. En cambio, en el baño, todas las superficies son duras y las ondas rebotan perfectamente. Por eso cuando cantamos en la ducha nos oímos a nosotros mismos, mejor y más fuerte y nos PARECE que cantamos bien.

Bueno amigos, esto es todo por hoy. ¡Hasta el próximo programa! .