Sobre un cartón dibujamos con el
compás siete circunferencias con
una diferencia de medio centímetro
en la longitud de su radio: la mayor medirá
4’5 cm. y la más pequeña
1’5 cm.
Hacemos una plancha con el barro de color
ocre, donde marcamos cuatro de estas plantillas:
las de 4’5, 3’5, 2’5 y
1’5 cm. de radio. Las recortamos.
Con un lápiz hacemos un agujero
en el centro de cada circunferencia.
Repetimos la operación con las
otras tres plantillas restantes sobre otra
lámina de barro, esta vez, de color
marrón.
También con barro marrón,
hacemos una base rectangular donde marcamos
tres agujeros.
Cuando el barro esté seco, introducimos
en los agujeros tres varillas de madera
de igual tamaño, que pegamos con
cola blanca.
En el palo central colocamos las piezas
de mayor a menor. Ya tenemos el juego de
la Pagoda listo para empezar a jugar.
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