Llegó el momento que estabais esperando… ¡Vuestras interrogaciones resueltas aquí y ahora! Vamos con la primera.

Hoy las preguntas nos llegan del Colegio Rosa dels Vents de la ciudad de Barcelona

Las serpientes crecen a lo largo de toda su vida, pero su piel no crece como la nuestra, de modo que se les queda pequeña.

Cada tres meses, más o menos, la piel se les empieza a desenganchar y a girarse sobre sí misma. Empieza por la cara y sigue por el cuerpo.

Como un calcetín, pero con otro debajo. Poco a poco se deja ver la nueva piel. Y la antigua queda enterita y vuelta. Al cambiar de piel también se libran de los parásitos de la piel vieja.

¡Siguiente pregunta!

En realidad, irse, lo que es irse…. no se va a ningún sitio

Cuando las cosas se queman, lo que sucede es que se transforman en otras cosas. No desaparecen así como así.

¿Y la cera se quema? ¿No es la mecha?

Al encender la mecha, la cera pasa de sólida a líquida. La cera líquida impregna la mecha y poco a poco se va quemando. Ahí la cera líquida se transforma en un gas que se quema. Esa es la reacción química que da lugar a la luz que vemos y al calor que nos quema

¡Cuidado! La cera está hecha de carbono e hidrógeno. Al quemarse, el carbono se junta con el oxígeno del aire creando dióxido de carbono, que es un gas.

Y el Hidrógeno también se junta con el oxígeno haciendo agua. Por eso las velas a veces parece que suden.

Siguiente pregunta…

Qué asco, esa cosa verde que parece un moco que os sale a los humanos de los ojos…

Bueno sí, en realidad la composición es parecida a los mocos que nos salen de la nariz. Las legañas se forman a partir de las lágrimas. Las lágrimas son necesarias para que el ojo funcione correctamente. Pero con los ojos cerrados, esta parte viscosa se escapa por debajo de los párpados, y cuando se seca, forma las legañas.

Vaya diseño que tenéis los humanos…

Las lágrimas mantienen el ojo limpio. Arrastran el polvo y las bacterias que se meten dentro.

¡Hasta el próximo programa!