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Sobre láminas de espuma recortamos triángulos de dos tamaños distintos.
Los rociamos con spray amarillo.
Creamos otras dos tiras dentadas en papel de pinocho, esta vez, dejando una base recta.
Clavamos pipas naturales en un círculo de esponja seca previamente pintada de negro.
Pegamos las tiras de papel pinocho en el perímetro de la esponja.
En cada triángulo de espuma clavamos un palillo y éste a la esponja seca (a continuación de los pétalos de papel pinocho). Repetimos el proceso con todos los triángulos.
Para el tallo, doblamos en espiral el extremo de un trozo de alambre.
Sobre un pedazo de tela verde con un extremo más ancho, colocamos el alambre moldeado, dejando la forma de espiral en la parte ancha.
También colocamos un trozo alargado de espuma fina.
Añadimos una forma de hoja (alambre forrado con un pedazo más pequeño de tela verde).
Doblamos y pegamos la tela para que cubra el alambre y la espuma.
Con alfileres unimos el tallo y la flor.
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