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¿Sabíais que la mayor estructura
creada por un organismo vivo es la gran
barrera de arrecifes de Australia? ¿Y
que es tan grande que es la única
que se puede ver desde la luna? Descubramos
la magia de los arrecifes a manos de sus
protagonistas. Empezando por los corales,
que aunque la mayoría tienen una
forma ramificada como los árboles,
éstos son animales. Animales carnívoros
que viven en simbiosis con unas algas llamadas
zooxantelas que son las responsables de
sus variados colores. En una franja de menos
de 50 metros se encuentran un 50% de las
especies marinas, a pesar que sólo
ocupan un 1% de la superficie de los océanos.
Iremos conociendo este extenso hábitat
junto a la gran variedad de especies que
viven en él. Desde el típico
pez payaso con su inseparable anémona
hasta los tiburones que patrullan por él
buscando alimento. Cada especie tiene su
estrategia para sobrevivir en un ambiente
perfecto: luz, temperatura óptima,
mucho alimento y un buen escenario.
Los arrecifes de coral son muy longevos.
La mayoría de las colonias persisten
sin que se les note el paso del tiempo,
como si no envejecieran. Por ejemplo, hay
arrecifes que alcanzan los 4 metros y tienen
unos 400 años de edad. Veremos como
lo consiguen.
Pero de una cosa no se escapan. Los arrecifes
de coral también sufren las consecuencias
del impacto del hombre. Y es que bajo el
agua la polución, la erosión
costera y el cambio climático también
se dejan notar.
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