En las profundidades marítimas habitan,
por ejemplo, esponjas. Así que nosotros
utilizaremos algunas del baño para
nuestro cuadro. Las cortamos en láminas,
y les damos formas irregulares. De hecho
podría tratarse también de
corales, ya que éstos tienen colores
y formas muy vistosos.
Podemos hacer corales diferentes con otro
tipo de esponjas, por ejemplo, éstas
de rejilla de diferentes colores. Tras desmontarlas
y cortarlas, les damos forma de flor, sujetando
la rejilla con una grapa.
Con cola blanca pegamos unas y otras en
el fondo del mar, bueno, de una caja de
fruta que previamente he pintado de azul.
En realidad, con ella no queremos dar
sabor sino color: vamos a teñirla
con tizas de colores que rallamos y mezclamos.
Para pegarla en la caja, primero, esparzo
pegamento con spray, y luego añado
la sal de colores. / Aprovecho para añadir
algunas pequeñas conchas de caracolas
que recogí la última vez que
fui a la playa.
Me refiero al mar tropical, dónde
hay peces de lo más sorprendente.
Los nuestros los dibujamos y recortamos
en una lámina de cartón. /
Y para conseguir que tengan unas vistosas
escamas, les esparcimos confeti tras impregnarlos
con cola blanca.
Los pegamos sobre una tira de plástico
transparente y recortamos sólo la
silueta, de modo que siguen unidos. Hemos
creado un banco de peces, que colocamos
en la caja en diagonal y sujetamos por detrás.
Para aumentar la variedad, recortamos
otras dos siluetas de pez a nuestro gusto,
esta vez sobre un material que brille. Los
atravesamos con hilo de pescar... y los
colgamos en el interior de la caja. Todavía
puedo añadir algo más:
Un enorme calamar que he creado con un
bote de yogur líquido pintado, tiras
de bolsa de plástico y dos pequeñas
ventosas como ojos. También lo cuelgo
con hilo de pescar.
Finalmente añadimos algunos corales
y caracolas en el exterior de la caja...
Y con cinta adhesiva azul cubrimos los bordes
para darle un mejor acabado.
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