Al principio el cero no existía, fueron los hindús, en el lejano Oriente, quienes decidieron ponerle un nombre al vacío. La ausencia, el vacío, pasó a llamarse cero. Había nacido otro número. Un número fundamental para las matemáticas. El descubrimiento de los hindús, con el tiempo, pasó a los árabes, y de ellos a nosotros.
En su taller de manualidades, Lisa nos propone elaborar una especie de atril con forma de cigala cuyas pinzas sirven para sujetar apuntes.
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