Y ahora vamos con vuestras preguntas.

Las de hoy son de las chicas y chicos de 6º B del colegio El Parque de Huesca. La primera es:

¡Buena pregunta! En el parque de Yellowstone, en Estados Unidos, podemos ver géiseres espectaculares. En realidad, son manantiales de agua termal que periódicamente expulsan una columna de vapor y agua caliente. ¿Verdad, Q?

Sí, se producen en zonas de actividad volcánica, donde las rocas están muy pero que muy calientes y hay cámaras subterráneas que se llenan de agua fría que se va calentando con el contacto de las rocas.

Así es, debido a la cantidad de agua, se crea una gran presión sobre el fondo de la cámara de agua. Esta presión provoca que el agua se expanda y salga al exterior, en forma de un pequeño lago.

Al salir parte del agua, la cámara pierde presión y el agua arranca a hervir proyectando una columna de vapor a la superficie. Así entra el géiser en erupción. Después, bajo tierra, el agua fría vuelve a rellenar la cámara haciendo que el ciclo vuelva a empezar.

Y a mí me recuerda a la olla a presión, cuando comienza a salir el chorrito de vapor…

Sí, es un proceso parecido, sólo que a escala de gigante. A ver… ¡La siguiente pregunta!

El miedo produce cambios en el cuerpo: el corazón late a toda máquina, se acelera la respiración, se tensan los músculos y la actividad de nuestro cerebro aumenta.

En vez de relajaros para poder analizar la situación con calma y tranquilidad… (despectivo) ¡Estos humanos…!

El miedo, como todas las emociones, se produce en el cerebro. Es él el que ordena al resto del cuerpo que se ponga en estado de alerta. Su función es asegurar la supervivencia del individuo.  

La única forma de sobrevivir cuando nos amenaza un peligro consiste en luchar contra él o … huir lo más rápidamente posible.   

¡Vaya cobardes estáis hechos!

Peor sería quedarse paralizado o con los circuitos bloqueados. Así que,… ¡Tengamos el programa en paz y  pasemos a la próxima pregunta!

Hasta hace poco, Plutón era considerado el noveno planeta de nuestro sistema solar. Pero su tamaño es más parecido al de un asteroide.

Además, más allá de Plutón existen otros cuerpos espaciales de tamaño similar, que orbitan alrededor del Sol y que jamás se han considerado planetas.

Existen tres condiciones para ser un planeta: primero, girar alrededor del Sol; segundo, tener masa suficiente para que la fuerza de gravedad le dé una forma redondeada y, en tercer lugar, que no tengan otros cuerpos orbitando a su alrededor que no sean sus propios satélites.

Por estas razones, en agosto de 2006, en una reunión internacional de astrónomos se reclasificó a Plutón como planeta enano. (Guiño) En realidad, sigue siendo un planeta…

Existen tres condiciones para ser un planeta: primero, girar alrededor del Sol; segundo, tener masa suficiente para que la fuerza de gravedad le dé una forma redondeada y, en tercer lugar, que no tengan otros cuerpos orbitando a su alrededor que no sean sus propios satélites.

Sí, ¡pero enano!

Sí, es una nueva categoría para designar algunos cuerpos del sistema solar. Esto es todo por hoy…¡Hasta el próximo Leonart!