Con pasta de papel, hacemos una bola con
la base plana para crear la cabeza del pulpo.
Añadimos dos bolitas para crear
unos ojos saltones.
Justo debajo, hacemos un agujero que será
la boca.
Moldeamos dos churros largos para hacer
dos tentáculos que añadimos
a cada lateral de la cabeza y enrollamos
de modo que quede un hueco en el interior.
Hacemos seis churros más cortos
y los añadimos al pulpo.
Pintamos la base de un color lila que
conseguimos mezclando pintura roja y azul
y un poco de color blanco.
Sobre esta base, creamos unas manchitas
rojas y unos círculos en los que
pintaremos un pequeño topo de color
chillón.
Finalmente marcamos dos puntos para dibujar
los ojos a nuestro pulpo.
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