Elegimos siete imágenes diferentes
con un motivo común. Nos aseguramos
de tener ocho copias de cada una.
Recortamos todas las fotos o dibujos; colocamos
cada grupo de imágenes en una pila
diferente.
Combinamos cada imagen con una igual (será
la ficha doble) y con cada una de las demás
pilas, de modo que conseguiremos veintiocho
parejas diferentes.
Pedimos en una carpintería veintiocho
trozos de madera iguales, de ocho centímetros
de largo por cuatro de ancho, o bien utilizamos
cajas pequeñas de cerillas.
Pegamos cada pareja de imágenes
sobre cada pieza de madera o caja de cerillas,
creando las diferentes fichas del juego.
Barnizamos todas las fichas y las dejamos
secar.
Finalmente, creamos con tela de saco una
bolsa para guardarlas: recortamos dos trozos
iguales, los cosemos con una aguja gruesa
y un trozo de cordel, y deshilamos los laterales.
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